lunes, 11 de junio de 2007

“MI LLEGADA” a España.

Cientos y miles de personas dejamos nuestros países de origen, con mucha tristeza, para intentar buscar, en un país desarrollado, otros caminos. Me tocó venir a España con el fin de mejorar el nivel de vida de mi familia.
El viaje, el billete de avión, nos costó un ojo de la cara y nos endeudamos para después pagar el doble o el triple. Muchas agencias de viaje se enriquecen porque se aprovechan de la angustia y el miedo que tenemos cada uno de nosotros; digo “miedo” porque para pagar un billete de avión, llegar a España y pasar la aduana tienes que tener valor y suerte, si no la tienes te regresan. Y el doble de lo que han pagado, en billete de avión, lo tienen que pagar en su país como sea.
Yo pasé inmigración con el corazón en un puño; me dio penilla de las personas que no lo consiguieron y regresaban llorando.
Me costó mucho dejar a mi familia, mi madre enferma, mi hija…fue un sufrimiento. “¡Qué pesadilla este viaje!” pensaba el primer y el segundo mes de mi estancia aquí en España. Gracias a Dios, tuve el amor de mi hermana y el consuelo de que uno está aquí trabajando para ayudar a nuestros seres queridos; poco a poco te vas acostumbrando a todo, a la cultura, a sus costumbres, sus comidas.
Aún recuerdo todavía cuando vine por primera vez al pueblo; estaba algo asustada y no conocía a nadie. Llegué a trabajar donde Carmen, una persona mayor; los primeros días se me hizo duro porque me quedaba sola, pero sus hijos y nietos me brindaron su afecto, su comprensión y me hicieron sentir que estaba en casa.
Quiero dar las gracias a mis vecinas de la calle Cruz, Mari Ángeles y Carmelita, a Isabel y su familia, y a toda la gente que me dio su ayuda para seguir adelante.
Hay personas cuyo trato y amistad dejan huella, personas que transmiten a los demás algo de sí mismo, su bondad, su ternura, su sensibilidad, su sencillez, su sentido del humor, su espíritu y su solidaridad; todas estas cualidades las he encontrado en las gentes de este querido pueblito acogedor donde trabajo”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo guayaquileña...espero que sepas perdonar mi ingratitud. Un beso.

Anónimo dijo...

excelente sigue adelante

Anónimo dijo...

besossssssssss

Anónimo dijo...

hola esta muy linda tu historia porque nosotros luchamos por el bienestar de nuestras familias y cada dia se repiten cada historia en cada uno de nosotros y son experiencias que a veces han sido buenas otras malas.
Te felicito y sigue adelant porque eres una mujer fuerte y emprendedora.